I.-¿Que son los cultivos transgénicos?
Se denominan organismos transgénicos, en este caso cultivos, a organismos biológicos obtenidos por medio de ingeniería genética, en los cuales se ha agregado a un organismo que se desea modificar, uno o varios genes provenientes de especies no emparentadas y que le confieren al receptor alguna nueva particularidad. En el caso de la Soja RR se le han añadido genes que el confieren resistencia al herbicida Round up. en el caso del Maíz Bt y Algodón Bt los genes añadidos confieren a los cultivos resistencia al ataque de insectos. Los cultivos transgénicos fueron autorizados para su salida del laboratorio a la producción en los EE.UU., por el presidente Reagan, en su política de apertura total de la economía norteamericana a las grandes corporaciones, pese a la oposición de los organismos estadounidenses de control ambiental, que aun hoy consideran peligrosos a los cultivos transgénicos. Sólo EE.UU., Canadá, Argentina y ahora Brasil permiten los cultivos trangénicos. China que los autorizaba los ha restringido. Europa prohibe su cultivo, aun cuando compra granos transgénico para alimentar el ganado.
La discusión respecto de los trangénicos gira en torno a que los mismos alteran de manera definitiva los mecanismos de la selección natural, rompiendo barreras biológicas que la misma estableció a lo largo de millones de años. Tal el caso de introducir genes de un animal en un vegetal, o de una bacteria en un vegetal, etc., es decir mecanismos que no se realizarían normalmente en la naturaleza. Los graves peligros a que estos organismos pueden someter al ecosistema global no pueden ser medidos en los tiempos de la evaluación de un cultivo, siquiera de un corto período, pues actúan y afectan procesos ecológicos encadenados que pueden tardar décadas, o siglos en manifestarse pero que afectarán gravemente al ecosistema.
También se cuestiona el carácter no preciso de la adición de ADN extraño al receptor, siendo que además del carácter a modificar, se pueden alterar otros que no se conocen hasta que sus efectos se hacen presentes.
Por último un hecho no menos grave, radica en que la manipulación, investigación desarrollo y comercialización de los cultivos trangénicos es manejado y controlado por un grupo de corporaciones multinacionales que no tienen otro objetivo que priorizar ganancias aun al costo de la salud de la población mundial o de destruir el equilibrio ecológico. Una de las últimas investigaciones de la empresa Monsanto produce un maíz cuyo grano aborta en la segunda generación para impedir a los campesinos su libre resiembra.
II.- Las madres del barrio de Ituzaingó en Córdoba, lucha contra la muerte
El barrio de Ituzaingó, en las afueras de Córdoba, es como una herradura rodeada de cultivos de soja, donde además se agregan transformadores y líneas de alta tensión de la empresa EPEC. De repente las madres del barrio descubrieron que en las casas más cercanas a los cultivos y sus fumigaciones y a los transformadores se produjeron 60 casos de cáncer -un 50% por encima de la media nacional- mayoritariamente en niños y mujeres, la mayoría en Ituzaingó-anexo la zona más pobre del barrio. También se producían graves afecciones a la piel, alergias respiratorias y graves malformaciones en los nacimientos.
Luego de luchar contra la indiferencia de las autoridades y la represión de los productores, que ponen gente armada para 'cuidar' las fumigaciones de las protestas de los vecinos, comenzaron a tener repercusión en Buenos Aires y luego en Córdoba obligando al gobierno a actuar. Los análisis detectaron graves contaminantes en los tanques de agua, el suelo e incluso el aire. EPEC retiró los transformadores con PCB chorreante. Finalmente el gobierno puso vigilancia policial las 24 horas, pero las empresas productoras de soja fumigan exactamente 'cuando se produce el cambio de guardia' o de noche mientras la policía señala que no puede actuar 'por falta de equipos y órdenes para violar la propiedad privada'. Sorprendentemente los médicos que fueron enviados por el gobierno al barrio y convalidaron las denuncias de las madres fueron obligados a renunciar a sus trabajos. El escándalo llegó al Congreso Nacional donde se descubrió que desde la convertibilidad todo el control ambiental está desarticulado y sin posibilidades serias de ser efectuado.
Alberto J. Lapolla
Ing.Agr. genetista- Ex docente de la UBA.
Miembro del Grupo de Reflexión Rural
Artículo publicado por la revista Enfoques Alternativos, Octubre de 2003
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